SANTA COLOMA

Santa Coloma es una localidad perteneciente a la comarca de Nájera, en la Rioja Alta. Se encuentra a apenas 10 km al sureste de Nájera y a unos 30 en dirección suroeste de Logroño, capital de la provincia homónima y de la Comunidad Autónoma de La Rioja. La población de Santa Coloma es de 90 habitantes (INE, 2017).

Santa Coloma extiende su casco histórico sobre el valle del Yalde, en la margen derecha del río homónimo y en los mismos pies de la sierra de Cameros, en concreto en la de Moncalvillo. Así, si a sus pies se extiende la amplia planicie que poco a poco se va deslizando hacia el Ebro entre los ríos Najerilla e Iregua, a sus espaldas nos encontramos con el monte Serradero, de 1.495 m de altura, que pone el broche perfecto al cielo abierto de Santa Coloma.

HISTORIA

Poco se sabe de los orígenes de Santa Coloma, pero Govantes señala que allí se encontraba el monasterio homónimo desde antes de la invasión de 711. Las referencias sobre la villa y el monasterio datan del siglo IX, y pronto el patronato del cenobio fue cedido al monasterio de Santa María de Nájera por la reina Estefanía, esposa del rey García Sánchez III, rey de Pamplona – Nájera. El monasterio, por tanto, pasó a dominar la villa de Santa Coloma como señor feudal, algo muy habitual en la Rioja Alta, donde los conventos y monasterios, gracias a la iniciativa real, amasaron grandes señoríos durante la Alta y Plena Edad Media. En el siglo XIV, cuando Santa Coloma ya pertenecía al Reino de Castilla, fueron habituales las discusiones con Santa María de Nájera a propósito de fortificar la villa. El deseo de los vecinos era levantar una muralla capaz de defender Santa Coloma de los permanentes ataques navarros, pues se encontraba en territorio de frontera. Sin embargo, el monasterio temía que sus vasallos aprovecharan esa circunstancia para acantonarse en la localidad, hasta el punto de prohibir construir torres fuertes dentro del perímetro amurallado de Santa Coloma. Aunque la construcción siguió adelante, las fricciones no tardaron en aparecer con los merinos hasta el punto de elevar la queja al rey Alfonso XI de Castilla, quien resolvió favorablemente el caso en favor de los habitantes de Santa Coloma. La localidad se independizaría del monasterio de Santa María la Real en 1633 y en 1657 lograría alzarse como villa independiente y señora de su propia justicia civil y criminal.

FESTEJOS POPULARES

• Fiestas patronales en honor a Santa Coloma: último domingo de mayo, trasladado desde el día 31 de diciembre, día de la santa.
• Fiesta de la Semana Cultural: segunda semana de agosto.

ACTIVIDADES

El casco histórico de Santa Coloma, como los de muchos pueblos de la zona, se caracteriza por presentar una arquitectura que funde las tradiciones de la sierra y del valle en un mismo espacio. Abunda tanto el ladrillo como el sillar y la mampostería, hasta el punto de que aún se conservan algunas casas populares con la primera planta de sillar y la segunda de ladrillo, encalada o no. No obstante, también hay grandes casonas de piedra, algunas de ellas de una estética mampostería que cubre toda la fachada con la excepción del zócalo y los vanos, recubiertos de sillar. Destacan en Santa Coloma la iglesia parroquial de la Asunción, templo cuadrangular de sillar tallado y bien hilado que, construido en el siglo XVI, conserva las reliquias de Santa Coloma y fue declarado Bien de Interés Cultural; y el monumento a La Convención, que rememora la reunión de 59 procuradores de diferentes localidades riojanas en 1812, en la que se planteó la necesidad de crear una provincia que abarcara el entorno natural que hoy conocemos como La Rioja.

Para los amantes del senderismo y las rutas BTT, destacan las rutas hacia la sierra de Moncalvillo, donde encontramos el centro de interpretación Casa de la Nieve de Moncalvillo, y el monte Serradero, el cual cuenta además con numerosas pistas que conectan con otros bellos lugares de la sierra riojana. En dirección al valle, la cercanía con Nájera hace posible disfrutar de su larga vía verde, que conecta el Ebro con la Demanda a través de sucesivas choperas y sotos, pudiendo acceder también desde ahí al sendero de Gran Recorrido 99, que sigue al Ebro y ofrece puntos de notable interés como las Conchas de Haro o los bellos meandros de las medievales Briñas o Briones.

Desde el punto de vista patrimonial y gastronómico, destacan en el valle la ruta de los monasterios y la ruta del vino, a las que se puede acceder desde Nájera, San Asensio o Casalarreina; y en la sierra, la tierra de Cameros y la comarca de las Siete Villas.

GASTRONOMÍA

Destacan los frutos de la huerta, las carnes asadas y la chacinería tradicional.