San Vicente de la Sonsierra
Información de San Vicente de la Sonsierra
SAN VICENTE DE LA SONSIERRA
La bella localidad de San Vicente de la Sonsierra es un municipio compuesto por el propio San Vicente de la Sonsierra y sus aldeas de Peciñena, Orzales y Ribas de Tereso, perteneciente a la comarca de Haro, en la Rioja Alta. Se encuentra a 11 km al este de Haro y a 35 km al noroeste de Logroño, capital de la provincia homónima y de la Comunidad Autónoma de La Rioja. Su población es de 1.014 habitantes (INE, 2017).
San Vicente de la Sonsierra es uno de los pocos pueblos de la Rioja Alta que se encuentran ubicados en la margen izquierda del río Ebro. Con la Sierra de Toloño de fondo y las aguas del río a sus pies, San Vicente de la Sonsierra despliega su bellísimo casco histórico a lo largo de uno de los meandros del Ebro, rodeando un prominente cerro en el que descansa su histórico castillo.
HISTORIA
Las primeras poblaciones de San Vicente de la Sonsierra se remontan como mínimo hasta el Neolítico, como así lo prueba el dolmen de la Cascaja; y continúan luego hasta la Edad del Hierro. Hasta los siglos IX y X, la zona estuvo poblada por numerosas y pequeñas aldeas que, articuladas en torno a un pequeño templo religioso, poco a poco se irían transformando hasta generar el actual San Vicente de la Sonsierra, si bien muchas otras que perduraron en el tiempo dentro del alfoz de la localidad desaparecieron durante la primera Guerra Civil Castellana bajo el fuego. De hecho, hasta la propia villa de Ábalos formó parte del primigenio San Vicente de la Sonsierra hasta 1653, cuando el conde de Castilnovo, señor de dichas tierras, la segregó de la localidad. Las primeras referencias históricas datan del siglo IX y, además de hacer mención a algunas donaciones religiosas, también reseñan el otorgamiento del Fuero de Laguardia a San Vicente de la Sonsierra y el resto de aldeas que le pertenecían. No mucho más tarde, a finales del siglo XII, Sancho VII de Navarra mandó construir el castillo que todavía hoy perdura y que, durante el siglo XIII, tuvo severos enfrentamientos con las poblaciones castellanas de la margen derecha del río Ebro. San Vicente de la Sonsierra pasaría a manos castellanas en el siglo XV tras las discrepancias entre Juan II de Aragón y su hijo Carlos, Príncipe de Viana, reyes de Navarra. Tras el arbitrio del rey Luis XI de Francia, a quien se encomendaron para resolver la disputa, este decidió que San Vicente de la Sonsierra pasara a manos castellanas conservando sus fueros y costumbres, entre los que se encontraba la declaración universal de hidalguía que el rey Carlos II de Navarra había hecho años atrás a sus habitantes tras la defensa de la villa frente a las fuerzas de Enrique II de Castilla. No mucho tiempo después, San Vicente de la Sonsierra pasaría a manos del Condestable de Castilla por los servicios prestados al rey. La paz duraría en la localidad hasta el siglo XIX y el estallido de la Guerra de la Independencia.
FESTEJOS POPULARES
- Fiestas patronales de Ribas de Tereso en honor a San Martín: último fin de semana de agosto.
- Fiestas patronales de Peciña en honor a Santa Bárbara: fin de semana siguiente al día 15 de agosto.
- Fiestas patronales de San Vicente de la Sonsierra en honor a San Vicente Mártin: fin de semana del 22 de enero.
- Festividad de San Isidro (San Vicente de la Sonsierra): 15 de mayo.
- Festividad del Día de San Juan: celebrada el 24 de junio en el Barrio Abajo.
- Festividad de San Pelayo Mártir: 26 de junio.
- Fiesta del Día de los Quintos: penúltimo viernes de agosto.
- Romería a Santa María de la Piscina: 15 de agosto.
- Fiestas grandes de San Vicente de la Sonsierra en honor a la Virgen de los Remedios: del 2 al 12 de septiembre.
ASPECTOS CULTURALES Y SOCIALES
San Vicente de la Sonsierra presenta una variada oferta cultural y lúdica durante todo el año. Destacan por ejemplo la Jornada Rociera organizada por la Asociación APTC San Vicente de la Sonsierra, Las Noches de San Lorenzo, una jornada de puertas abiertas en las distintas bodegas de la localidad que tiene lugar durante el fin de semana más próximo al 10 de agosto; el Día del Danzador, que constituye la mejor representación de las danzas tradicionales de San Vicente de la Sonsierra y que se celebra a mediados de agosto, la Marcha Senderista de San Vicente de la Sonsierra, que recorre parte del interesante y rico patrimonio de la villa; la tradición de los Picaos y las Marías en Semana Santa, cuyos disciplinantes recrean un ancestral rito penitencial; o el Ralyesprint Sonserrano – Ruta del Vino, una prueba automovilística federada.
ACTIVIDADES
San Vicente de la Sonsierra aglutina los dos aspectos característicos de la oferta turística de la Rioja Alta. Por una parte, concentra un bello y cuidado patrimonio para todos aquellos amantes del Arte y la Historia. Por el otro, propone una oferta gastronómica muy cuidada que sitúa a la villa como uno de los principales referentes del enoturismo en la comarca. Todo ello acompañado, además, de una situación privilegiada dentro de su zona, pues en San Vicente de la Sonsierra conviven los dos grandes espacios que condicionan y definen la geografía y las costumbres riojanas, el del valle y el de la sierra. San Vicente de la Sonsierra, en este sentido, es un enclave realmente interesante para muchos tipos de turista diferentes.
Comenzando por el patrimonio, tanto el casco histórico de San Vicente de la Sonsierra como los pequeños caseríos de sus aldeas, mucho más recogidos y enclavados en la misma sierra, poseen su propio encanto. Sería absurdo detallar todos y cada uno de los monumentos que se pueden visitar en la villa, pero el turista debe saber que si busca ermitas románicas y góticas situadas en rincones espectaculares, desde donde además se obtienen unas magníficas vistas del piedemonte y la sierra de Toloño; un soberbio recinto amurallado declarado Monumento Nacional que cuenta con un robusto castillo desde el que se domina todo el valle, bellas iglesias de diferentes estilos arquitectónicos, calles y casonas por las que el tiempo se detuvo hace siglos, necrópolis medievales, dólmenes prehistóricos e incluso pinturas murales que muestran algunos de los lugares y tradiciones más relevantes de la localidad, San Vicente de la Sonsierra y sus aldeas es un destino obligado que conocer en la Rioja Alta.
Por otra parte, San Vicente de la Sonsierra es una de las paradas inexcusables en la ruta del vino de la comarca de Haro. De hecho, la localidad no solo no ha renegado de su tradicional cultivo de la vid, sino que además de ofrecer una experiencia enoturística de primer nivel gracias a sus numerosas bodegas, cuenta con numerosos guardaviñas históricos y bonitos viñedos por los que se puede pasear y hacer senderismo. Ya apostemos por una vinatería vanguardista, ya por una histórica bodega o calados excavados en la propia roca, San Vicente de la Sonsierra dispone de una carta de vinos tan amplia que incluso los paladares más exigentes acabarán convencidos de su excelencia.
Destaca en este mismo sentido, como ya hemos comentado, su privilegiado entorno natural, que trasciende las hiladas de fruta morada sobre tierra rojiza que se extienden por sus lomas. Hablamos aquí de la riqueza de la sierra de Toloño, así como de los cercanos Obarenes, y del paso natural que separa a una cordillera de la otra, las Conchas de Haro, por donde el Ebro accede a La Rioja. Y, por supuesto, lo hacemos también del propio río, el cual ofrece un camino natural que puede recorrerse a través del sendero de Gran Recorrido 99, que atraviesa los meandros más floridos e importantes del Ebro en su paso por la Rioja Alta. San Vicente de la Sonsierra dispone además de diversos senderos y rutas BTT que conectan con algunos de sus enclaves patrimoniales más interesantes, como el dedicado a los dólmenes y las ermitas o el que conduce hasta el conjunto arqueológico de Ribas de Tereso.
De hecho, y a pesar del particular encanto de San Vicente de la Sonsierra y sus aldeas, lo cierto es que esta parte de la comarca de Haro en la que se encuentra, que podríamos delimitar espacialmente como el extremo nororiental, es especialmente bella y atractiva, y cuenta además con numerosos miradores y paisajes realmente espectaculares. Desde la perla de la comarca, la villa de Haro, hasta San Asensio, la villa medieval de Briones, Briñas, Ábalos o el Rincón de San Felices, todo el recorrido nos regala una experiencia única con el vino, la historia y el arte como denominadores comunes.
GASTRONOMÍA
Las propuestas gastronómicas de San Vicente de la Sonsierra y sus aldeas recogen un amplio espectro de opciones. Cuenta con restaurantes dedicados a la cocina tradicional, donde destacan las chuletillas al sarmiento, el bacalao a la riojana, las patatas a la riojana, las sopas de ajo y los platos de casquería elevados a la categoría de manjar; con salas más vanguardistas y con una amplia variedad de locales de pinchos y tapas.